Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- Un grupo de médicos publicó recientemente un posicionamiento en el que aseguran que el ejercicio no es la clave para bajar de peso, y aunque sí reduce el riesgo de ciertas enfermedades, nadie puede escapar a una mala dieta.
Difundido a manera de editorial en la Revista Británica de Medicina Deportiva del British Medical Journal, el doctor Aseem Malhotra de la Academy of Medical Royal Colleges y un par de colegas de las universidades de Ciudad del Cabo y de California, buscan terminar con el mito de que la obesidad está causada por la inactividad física, y en vez de ello, señalan la relevancia de la cantidad y sobre todo, el tipo de calorías que se ingieren.
«El exceso de azúcares y carbohidratos, no la inactividad física, son los que están detrás de la oleada de obesidad», escribieron los expertos, quienes señalaron que el ejercicio regular sí es clave para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y demencia, sin embargo, las malas dietas hoy en día generan más padecimientos que la inactividad física, el alcohol y el cigarrillo juntos.
Mientras que muchas personas piensan que ejercitarse puede ser una manera de compensar la mala o excesiva alimentación, estos expertos consideraron que detrás del mensaje de que la obesidad se deriva de la falta de ejercicio están estrategias mercadológicas de la industria de comida.
“Una persona obesa no tiene que hacer ni un ápice de ejercicio para bajar de peso, sólo tiene que comer menos y mejor”, dijo el cardiólogo Malhotra.
El médico se dice preocupado por publicidad que dice a las personas que pueden “comer lo que quieran siempre y cuando hagan ejercicio”. Los más recomendable es una dieta balanceada sana combinada con la actividad física.
Los especialistas comparan estas tácticas de relaciones públicas con las de la industria del tabaco, quienes «niegan, ponen en duda, confunden y ‘doblegan científicos’ para convencer al público de que fumar no está relacionado con el cáncer de pulmón».
Así, denuncian que el vínculo entre celebridades y bebidas azucaradas, y la de comida chatarra con el deporte, debe terminar. Piden que los gimnasios y clubes deportivos deben de poner el ejemplo al dejar de vender ese tipo de productos.
«La legitimación del ‘halo de salud’ de los productos nutricionalmente deficientes es engañosa y no científica», denunciaron.
También señalaron que el mensaje de la Salud Pública actualmente está «inútilmente» enfocado en mantener un peso sano a través del conteo de calorías, pero es la fuente de calorías lo que importa, señalaron los expertos, «las calorías de azúcar promueven los depósitos de grasa y el hambre. Las de grasa inducen a la saciedad».
Además, apuntaron a la disminución de consumo de carbohidratos como el esfuerzo más efectivo para reducir el riesgo de experimentar alguno de los síntomas del Síndrome metabólico, el cual, de acuerdo con el texto, un 40 por ciento de personas con un índice de masa corporal normal, no se salvará de alguna de las consecuencias típicamente asociadas con la obesidad.
Malhotra y su equipo proponen entonces que el ambiente alimenticio debe de transformarse para que la gente pueda hacer elecciones saludables de manera automática.
«Esto tendrían un mayor impacto en la salud de la población, que el asesoramiento o la educación. Es momento de terminar con el mal causado por la maquinaria de relaciones públicas de la industria alimentaria. Acabemos con el mito de la inactividad física y la obesidad. Nadie puede escapar de una mala dieta», concluyeron.